Iba a ponerle a la entrada «¡Vaya susto!» pero luego me he dado cuenta de que a más de uno le podía dar un síncope…
Espero que estos sean los únicos sustos que nos da Guzmán en lo que queda de recuperación…
Una semana más, una semanita menos…
A los 3 años, a mi hijo Guzmán le fue diagnosticada una leucemia linfoblástica aguda. Solo le ocurre a 3 niños de cada 100.000, más del 80% sale adelante. En Noviembre del 2012 Guzmán dejó de recibir la última quimio. Este blog fué un motor de ilusión, esperanza y fe con el que todos los que le rodeamos proyectamos y visualizamos el final de este camino en positivo. Hay una energía positiva que movemos entre todos. Solo hay que creer en ella.
Iba a ponerle a la entrada «¡Vaya susto!» pero luego me he dado cuenta de que a más de uno le podía dar un síncope…
Espero que estos sean los únicos sustos que nos da Guzmán en lo que queda de recuperación…
Una semana más, una semanita menos…
Gracias Teresa
Martina propuso tener por fin una fiesta de Halloween . ¡Sí, Halloween en diciembre!, algo que a Guzmán le pareció una idea estupenda. Desde ese momento en cualquier ocasión de flojera, de puchero, de pinchazo, de miedo… el recuerdo de la celebración nos hacía “conectar” y Guzmán reemplazaba la lágrima, el susto, o la flojera por un listado de invitados, y los disfraces con los que iban a venir cada uno de ellos (porque por supuesto todos tienen que venir disfrazados)… “Matinna de fantahma, o hada fantahma, yo de fantahma, Papá de piata, mamá de fantahma,… Pepe de Encanna, Encanna de Pepe, La Abuea de atito, e tio calos de fantahma, Pablo de fantahma, Cara, de buja, Gabiel de fantahma, etcétera y etcétera de fantahsmas” y así cada momento en el que el miedo, el susto, el dolor o el llanto nos quería sobrecoger, sólo el recuerdo de la celebración, convertía el sufrimiento en insignificante.
Ayer Guzmán recibió un regalo «interfláutico», nos hizo sonreir y como creo en la sonrisa como un arma cósmica insuperable si conseguimos que sea lo primero que surge cuando cada uno de nosotros piense en Guzmán, he querído compartirlo con todos.
«Hola Guzmán:
Me llamo Pablo, y soy un «compi» de aficción de tu tío Carlos. Si; uno de esos locos a los que nos chifla hacer fotos.
Me he enterado por él de que estás pachuchillo, y me tenía preocupado, pero luego te he visto en internet haciendo trastadas y ya me he tranquilizado.
Me han dicho que tienes 3 años, pero viendo lo grande que eres creo que me quieren engañar…. ¡¡¡¡tú por lo menos tienes que tener 6!!!! ¿Cómo que no?… ¿Seguro?… Mmmmm, no se, no se….
¡Andá! y veo que te han cortado el pelo. Yo también me lo corto muy cortito, pero para no tener que peinarme (es que soy un pelín vago).
¿Sabes que te pareces un montón a mi sobrino? Teneis la misma edad y la misma cara de pícaros… Menudo trasto tienes que estar hecho!!!!
Bueno, que me enrollo. El caso es que me has caído muy bien y como en mis ratos libres siempre estoy haciendo fotos (casi siempre de bichos y animalitos), he decidido dedicarte una muy especial.
La verdad es que no es una grán foto, de las que ganan premios ni esas cosas, pero es una foto muy importante para mi. Es la primera (y única) vez que he conseguido pillar una golondrina bebiendo agua, y por eso significa mucho para mi (qué cosa más tonta, ¿verdad? si que somos raros, si…..). ¿Pues sabes lo que te digo? Que por ser tan majete, a partir de ahora es solamente para ti, hala!.
Espero de corazón que te guste.
Bueno cacahuete: Sigue haciendo caso a tus padres, a las enfermeras y a los doctores, y ya veras como en poco tiempo volverás a estar en casa y haciendo travesuras con tus amigos, como tiene que ser.
Iba a mandarte un abrazo, pero como veo que eres muy grande ya….
… mejor ¡CHOCA ESOS CINCO, CAMPEÓN!»
Desde que los corticoides le empezaron a hacer efecto en esos papos prominentes, su abuela pilar le llama “luna llena”, o mejor dicho “lunita llena”.
Aprendimos a vernos con mascarillas, a hablar con mascarillas, a besarnos con mascarilla, aprendimos a reírnos con mascarillas, a dormir con mascarillas,
Hace algo más de una semana, se me ocurrió decirle a Guzmán:
«Cuando nos vayamos a casa, vamos a ir a un tren más chulo que he visto…»claro… sin acordarme en el momento de la lectura literal que hacen los niños de las palabras… (cuando: 1. conj. t. En el tiempo, en el punto, en la ocasión en que.)
Así que cada vez que le decían:
– «sabes Guzmán? ya te vas a ir a casita»
el contestaba
-«si, peo papá me ha icho que antes me va a llear
a un teeen»
Así que después de parar en la estación del tren de Cortilandia de San Chinarro, por fin, estamos en casa.
Hasta el martes que viene no pisamos el hospital para la punción de médula última de esta primera pantalla. Y después, entraremos de nuevo en el hospi el 26 más o menos y tratarán de soltarnos el 31 por la tarde…
Pero eso será otra historia…
Aquí y ahora. En casa los 4.
Desde que hemos llegado Guzmán ha recibido varios regalos de bienvenida que le han hecho mucha ilusión. Un paquete a su nombre lleno de magia navideña que le envió Sandra & family… y un video que nos llegó desde el otro lado del charco muy entrañable, de unos nuevos amigos que han aparecido en este camino, que queríamos compartir con vosotros.
Muchas gracias Harry y Lucía por mostrarnos vuestras sonrisas.