A los 3 años, a mi hijo Guzmán le fue diagnosticada una leucemia linfoblástica aguda. Solo le ocurre a 3 niños de cada 100.000, más del 80% sale adelante. En Noviembre del 2012 Guzmán dejó de recibir la última quimio. Este blog fué un motor de ilusión, esperanza y fe con el que todos los que le rodeamos proyectamos y visualizamos el final de este camino en positivo. Hay una energía positiva que movemos entre todos. Solo hay que creer en ella.
A pesar de que haya de vez en cuando alguna sombra deambulando por la casa, y que a veces como es lógico y natural nos la encontremos en una esquina, en general la pena y la tristeza cada vez pasan menos por aquí.
Os dejo esta gran canción de Drexler que durante este camino me ha ayudado a recordar que la tristeza también se va.
Tenemos abajo las defensas (ayer fuimos para que le pusieran al peque triple intratecal, vincristina y asparraginasa y nos tuvimos que ir a casa y además dejar de darle durante toda la semana la quimio que le damos todos los días).
Pero por suerte tenemos arriba los ánimos.
Eva hizo unas lentejas con muchas verduras y para la cena las hizo puré, que es la comida favorita de Guzmán en estos momentos, al menos come unas cuantas cucharadas.
Guzmán: ¿Qué hay de cenar mamá? Eva: Puré de lentejas Guzmán: ¡iupi!
(Las prueba, pone cara de disgusto y casi llorando comenta) Guzmán: no me gustaaaaa. Eva: pero si las he hecho con mucho cariño Guzmán: pues no me gustan nada.
Viernes:
Guzmán: ¿Qué hay de cenar mamá? Eva: Puré de lentejas, Guzmán. Guzmán: ¿Pero es con cariño o sin cariño? Eva: Pues… con cariño. Guzmán: (Casi llorando a lo Candy Candy) No mamá, con cariño no que no me gusta nada.
Desde que Eva y yo vimos hace ya 19 años (joe!) «Como agua para chocolate» del libro de Esquivel, siempre que hemos cocinado el uno para el otro y después para los niños lo hemos hecho por defecto con mucho cariño y mucho amor…
Y una de dos, o bien Guzmán nos quita la costumbre, o bien le ponemos a las lentejas más chorizo y menos verduras.
A este paso, el blog se va a convertir en «Guzmán´s quotes».
Hoy Eva me ha contado ésta conversación que ha tenido con los peques.
(Hoy, mientras comían) Martina: Mamá, ¿nos comprarás hoy una palmera de chocolate para merendar? ¡por favor! Eva: Venga, vale, hoy toca palmera. Martina y Guzmán: ¡¡¡yupi, yupi!!!
(Por la tarde) Guzmán: Me duele la tripa. Eva: Vaya, entonces igual no es buena idea la palmera. Guzmán: Mamá, es que ya no me duele la tripa.
(Eva compra una palmera, y cada uno se come con gusto su mitad. Al terminar…) Guzmán: Me duele la tripa. Eva: Vaya, Guzmán, si ya sabía yo que la palmera no era buena idea. Guzmán: Sí mamá, sí ha sido buena idea. Ha sido un poquito mala, y un poquito buena.
Ja, ja, ja… me parto, es un crack… Esta semana ha recuperado el apetito, pero claro como le quitamos todas las pastillas igual es por eso. Bueno, mañana vamos al hospital para el triple baile, seguro que irá bien.
Hoy hemos ido al hospital preparados, después de la fallida semana pasada, a que nos pusieran el «paquete comansi».
Le han hecho la analítica y el peque sigue con las defensas exactamente igual que la semana pasada, los leucocitos y neutrófilos por los suelos. Vamos que no tiene defensas suficientes ni siquiera para darle la pastillita de a diario.
Guzmán en cuanto lo ha oído se ha puesto a dar saltitos como loco en la consulta del doctor, mientras Eva y yo nos hemos quedado con una cara lo suficientemente larga como para que el médico nos diga: “no hay de qué preocuparse, esto es totalmente normal, las plaquetas están bien, sólo que está neutropénico, que con toda la tralla de estos meses la médula se resiente, que bla bla bla y más bla…”
Y nos hemos ido, concentrados en no preocuparnos por nada, tarea nada fácil.
Un niño con leucemia, con un tratamiento cañero de quimio para arriba y abajo, con un retraso ya acumulado de casi un mes. Neutropénico una semana y otra también, todo “totalmente normal”, tan normal que no vemos a nadie que le pase lo mismo… Y en mi cabeza “no me preocupo por nada, por nada… No tengo de qué preocuparme”… “Jooder, con tanto de nada”
Y luego me he acordado de esta canción, cómo no, de un habitual de este blog, nuestro querido Jorge Drexler. Canción que siempre me pareció una retorcida manera de estar contento, viendo que las cosas van mal, y a la que hoy por fin he encontrado un significado muy dirigido a esta situación.
“I don´t worry about a thing ´cause nothing’s gonna be allright”
Un canto a la calma interior en momentos de tormenta, que nos ha hecho reír un montón a Evita y a mí…
“No me preocupo por nada, todo es un desastre” Ja, ja ja… Riámonos y punto.