uno entre cien mil

Hoy es Sabado 13 de Noviembre
El martes pasado, día 8, día de la Almudena mi hijo Guzmán quedó ingresado en la clínica de la Zarzuela después de que los medicos descasen un diagnostico de mononucleosis, solo para ver qué podía ser… Dos días después nos dijeron que tenía leucemia.
Han pasado 3 días y todavía es una mezcla entre que nos lo dijeron hace horas y que ya ha pasado un abismo de tiempo.
Eva y yo siempre hemos dicho que Guzmán siempre ha sido un niño FELIZ. Nació durmiendo, siempre ha transmitido tranquilidad y Eva y yo siempre hemos sentido que este niño es sabio, sabio a la hora de saber encontrar de forma natural un lugar en el mundo que le permita disfrutar de cada segundo de su existencia de la mejor forma posible. No te cansas de mirarle a cada momento , porque a cada momento que pasa lo miras y piensas… «está feliz, es feliz.»

Dos semanas atrás estábamos con unos amigos en Mallorca en la playa “¡¡Bañándonos en octubre!!!” y ese día por la noche Guzmán estaba un poco acatarrado y con una pequeña fiebre, Eva y yo creímos que iba a pasar mala noche pero sin embargo no fue así y los síntomas se fueron. Se fueron, para volver a los dos días… y desde entonces arrastró algo a lo que un padre con una niña ya de 5 años no le da ninguna importancia… que si unos días de febrícula, otros no, cansancio, «no quiero ir al cole»… nada extraordinario… una primera visita al pediatra con su madre… que si una posible faringitis pero nada más…
Durante estas semanas estaba un poco mohino, cansado, pero sin ningún otro tipo de síntomas. Hasta este fin de semana pasado. Comenzó con su salida del cole el viernes, parece que un niño chocó con el, y tropezó, cayó al suelo y no dejó de llorar durante 2 horas. Su madre le llevo al pediatra de la SS, le miró y… que nada… que le diéramos Apiretal y ya está. Pero el sabado la mohinez se apoderó de la esencia de Guzmán e hizo que ese estado innato de felicidad que le caracteriza  se desvaneciera completamente. El niño feliz ya no estaba.
El domingo Guzman tenía 39,5 de fiebre. Y nos mosqueamos, fuimos el lunes a otra pediatra de Sanitas que también es homeopata y según le vió le mandó un análitica y una placa del pecho que se la hicieron el mismo martes. Ante un diagnostico provisional de mononucleosis nos mandó al hospital a contrastarlo. Y eso nos trajo a donde estamos ahora.
“Leucemia Linfoblástica Aguda de riesgo intermedio. 80% de niños sobreviven. 3 de cada 100000 niños la padecen.” Y mi hijo es uno de ellos. Si su alma le ha traído aquí, si las almas de todos los que le rodeamos nos han traído hasta aquí, sólo puede ser para sacar todos de este camino algo positivo. Guzmán va a sobrevivir. Nosotros vamos a luchar con el. El nos va a ayudar. Nosotros le vamos a ayudar. Y todos vamos a crecer. Y todo esto lo vamos a transformar en positivo entre todos.
Mi hijo va a ser uno de ese 80% de esos pocos de cada 100000 que le ocurre algo tan terrible como esto. Lo va a superar. Y esto lo vamos a transformar en una fuerza increible.
Mi hijo va a ser especial. Mi hijo va a poder hacer lo que quiera en su vida. Porque a partir de ahora él va a conseguir lo que sólo consigue uno entre 100000.

«Prepadaos, distos, ya»

«Papa, ¿jubamos a as ca-ee-aas?». Esto es una carrera y la vamos a ganar, tal y como me ha enseñado Guzmán hoy.

Ayer a la mañana estábamos en la Zarzuela y al niño le acababan de operar para ponerle el «reservorio» que va a servir para que no le vuelvan a pinchar. Es un cateter que va de una vena al corazón y desde ahí le darán la medicación, le harán los analisis, le pondrán suero…

Firmar la hoja para la anestesia fue un trago gordo, sólo el primero después del shock de la noticia de la enfermedad. Y verle salir fue una mezcla entre un suspiro gigante y un gran poema. Electrodos, vias, mascarilla…

24 h. después estamos en Sanitas La Moraleja, ha empezado la quimio, han llegado las primeras visitas y Guzman me vuelve a enseñar cual es el camino.

Ilusión, Ilusión y Esperanza. Gracias Alberto por el juguete, Gracias Papá, Mamá y Abuela Pilar por vuestro optimismo en vuestra visita. Gracias Guzmán por encender el faro. Da gusto verte feliz.
¡¡¡¡A GANAR!!!!

La fuerza de un segundo

Como si estuvieran jugando en casa cualquier día.
Así es ha estado hoy Guzmán con Martina y así va a estar en muy poco tiempo en casa.

Hoy Martina ha venido a hacerle su primera visita.
Dos hermanos juntos jugando.

Dos hermanos disfrutando de ese segundo extremo de felicidad.

Y ese segundo convirtiéndose en todo.
En lo único.
Sin nada más,
ni antes,
ni después.

Convirtiéndose en una semilla de emociones gigante a la que poder recurrir en cualquier momento de debilidad.

Gracias hijos.

Mi mantra

Ufffff, hoy no estoy teniendo un buen día, y eso que Guzmán hoy está mejor por 3er día consecutivo.
Me cuesta encontrar algo a lo que agarrarme, María me ha venido a ver y me a ayudado a llorar un poco que falta me hace para estar fuerte…
Cuando busco una conexión con el optimismo y la fuerza, acude a mi el mantra que me acompaña desde que empezó todo esto… Y no es más que el saludo que Martina hace todas las mañanas en su clase con Rosana, su profe. Desde hace una semana se repite en mi cabeza con un significado completamente distinto, acompañándome en este camino.

«Saludo al sol por la mañana
después de mucho dormir
y agradezco al nuevo día
lo que voy a recibir.
FUERZA Y VALOR EN MI ACCIÓN
CALOR EN MI CORAZÓN
Y UNA BONITA CORONA
QUE ME AYUDA A SONREIR.»

Gracias María por ayudarme a llorar. Gracias Rosana por haberme enseñado este grandisimo comienzo de cada día.

Uan jandred persent

El otro día vino Isa a ver a Eva, y aparte de acogerla en sus brazos para que descargara oceanos de lágrimas, le trajo una piedra. Cuando ella y Jose fueron a la India hace unos años, se quedaron prendados de un Indio que en medio de la nada de aquel maravilloso pais tenía un puesto en el que vendía piedras. Probablemente las mismas piedras que había fuera de su puesto. Pero las suyas eran piedras sanadoras, decia el tipo, curaban. Y debió ser por cómo son esas miradas y esas sonrisas de los Indús, que recuerdan más a la de un niño que a la de un adulto, que Isa y Jose le compraron medio puesto. El Indú les reafirmó «They work. UAN JANDRED PERSENT», con ese acento que tienen ellos.
Desde ese día la piedra nos acompaña.

Ayer estábamos esperando el analisis definitivo de unos cromosomas, que de haber sido mutantes, habrían afectado a la enfermedad y a su cura y habrían hecho que diagnostico fuera más grave y su cura también.
Nos dijeron que esos cromosomas estaban bien. Y no se por qué me acordé de la piedra de Isa.

Gracias Isa por ayudar tanto, tanto, y tanto a Evita.

el angel

no lo he visto en la habitación, ni debajo de la cama, ni en el contraluz del amanecer que tiene esta habitación por la mañana, ni colgado del antibitóico, ni sobre su cama… no lo he visto pero sé que está por aquí.

Sé que su angel de la guarda está todo el rato con él.  Sé que le está cuidando. Sé que está animándole todos los días. Sé que le protege para que cada día sea mejor que el anterior. Sé que se preocupa para que todo le vaya bien.
Pero a veces me resulta dificil hablarle sin verle. Sin saber cómo es ni dónde está.
Ayer estuvo por aquí Martina y resulta… que lo dibujó. Y cuando vi el dibujo lo reconocí.

Lo he visto cada vez que Guzmán sonrie.

La capa azul

La semana pasada estuve hablando sobre todo esto con Elena, la dire del cole de Martina y Guzmán, y aparte de transmitirme mucha calma de cara a cómo llevarlo con Martina, me regaló una imagen muy poderosa que me acompaña desde entonces cada noche cuando me voy a la cama. «Si haceis meditación», me dijo, «visualizad a Guzmán arropándole con una gran capa azul radiante y luminosa». De hecho la imagen me transmió tanta fuerza que a un par de amigos que hacen meditación les pedí el favor de que también lo hicieran.

Un par de dias después, Eva me contó que varias compañeras suyas de la universidad, cuando recibieron la noticia le dijeron: «Rezaré para que la Virgen lo arrope en su manto azul y lo proteja.»

Cuando me lo contó entendí el poder de la capa azul, el poder divino que tiene, o el significado aprenhendido que ha adquirido en nuestras cabezas. Que cada cual se quede con la lectura que quiera.

Me subo a la cama, a imaginarme cómo el edredón con el que me cubro se transforma en esa gran capa azul que en su caída arropa a nuestro cachorro, a nuestra valiente hija, a mi grandiosa Eva y a mi. Y cómo los cuatro nos quedamos abrazados juntos durmiendo en calma. Seguros. Felices.
Buenas noches. Mañana vuelve la quimio. Mañana será un buen día.

¿me aas un eesito mamá?

Es curioso cómo podemos llegar a convertir una bata y una mascarilla verdes y frias, en algo totalmente invisible. A nosotros nos ha costado más de una semana, a Guzmán no le costó ni un segundo, desde el primer momento, vernos con ellas le resultó lo más normal del mundo… Cuánto nos queda por aprender de tí Guzmán.