“Ya me habían dicho que iban a ser preguntas distintas, pero es que vais a quitarle el puesto a algunos periodistas”. Casi recién aterrizado desde Utah, su nueva ‘casa’ en la NBA donde jugará a ritmo de Jazz, Ricky Rubio fue el protagonista de la última edición de Radio Pelona en Radio MARCA entrevistado durante la celebración de su primer campus en Madrid por tres superhéroes como Guillermo, Guzmán y Mateo que estuvieron muy bien acompañados por sus hermanos: Ramón, Rodrígo, Cayetana, Martina y Lucas.
Fue una charla muy especial en la que Ricky se abrió, mostró su cara más personal y estuvo pendiente y preocupado en todo momento de que los peques estuvieran a gusto y disfrutaran incluida sesión de fotos, autógrafos, risas y confidencias.
Ricky, que debutó en la élite del basket con 14 años y lleva una éxitosa carrera en la NBA y con la selección, dio un repaso a todo con preguntas de lo más variado.
Explicó cómo se sintió al debutar: “La verdad es que no sabía dónde me metía, tenía 14 años y me dijeron si quería jugar y dije que sí. Si ahora lo pienso estaría ‘cagao’, pero entonces tenía una inocencia de un niño y jugaba sin miedo. No sabía donde me metía. Mi madre y mi abuela tenían miedo y me llamaron por si tenía que regañar al rival”.
El nuevo base de los Jazz ofreció su cara más personal: “Aposté por el fútbol pero a los dos meses me arrepentí y volví a jugar al baloncesto”, “de pequeño soñaba con ser médico y ahora me veo más de psicólogo”, “en el cole era un poco el mimado de los profesores”, “ensayé mi autógrafo durante toda una clase con 14 años” y apunta que “Felipe Reyes fue uno de los que más fácil me hizo la vida al entrar en la selección”.
Ricky, que se interesó por la iniciativa de La Vuelta al Cole de Unoentrecienmil para recaudar fondos para la investigación de la leucemia infantil, también explicó entre risas uno de sus particulares sueños en el colegio: “Sí, quería ser de color porque veía a Jordan triunfar en la tele y pensaba que era necesario. Pero luego vino Pau Gasol, Nowitzki…”.
Finalmente, Ricky habló de la importancia que le da a su labor social aprovechando la repercusión mediática que tiene. Lamentablemente ha tenido que lidiar con el cáncer dentro de su familia, colabora con una fundación en Minnesota como a Breathe of Hope y también con Hospital Sant Joan de Déu y dejó una interesante reflexión antes de 'fichar' por Unoentrecienmil luciendo la camiseta y llevarse un pack solidario de Un Vino entrecienmil y el Aceite Uno: "Hay que aprovechar el eco y colaborar. Hemos venido al mundo para dejarlo mejor de lo que nos lo encontramos. Hay que ayudar a todas las fundaciones. Hago pequeñas cosas para ayudar al máximo y que la gente sea consciente de que la vida no es fácil pero que entre todos podemos intentar hacerla más fácil".
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