Por Rocío Moreno
Porque hay miles de letras en las que hay belleza. Cuidar, es belleza. Amar, es belleza. Soñar, es belleza. Hasta la crisis es bella. No sólo la de los cuarenta. Porque antes de que hayamos paseado media vida, habremos dejado nuestras cicatrices en varias de ellas... Hay belleza cuando vuelcas tu energía en algo que para los demás es locura pero para ti es sagrado. Hay belleza cuando la última onza va a las manos de quien más quieres. Hay belleza cuando ves la injusticia... y lloras. Hay belleza en la compasión. Y mucha compasión en la belleza. Hay belleza en los ojos que miran y en los que se cierran, a veces para siempre. Hay belleza en un campo de refugiados donde un niño, ajeno a la maldad de quienes le llevaron allí, juega aún al escondite. Hay belleza en los cuentos de hadas y también en los que necesitamos contarnos cada noche cuando nos hacemos un poco más grandes... quizás sólo un poco. La belleza toma forma conforme vamos viviendo. Lo que valen tus relaciones, es parte de tu belleza. Las risas que te recuerdan a quienes ya no están. Las lágrimas que se nos escapan. Las verdades que decimos. Los cambios y las ruletas rusas que te ponen en el punto de mira. Todo eso es tu belleza.Hay palabras en el diccionario que son realmente bonitas. La belleza, no hay duda, podemos meterla en ese cajón.
Ojalá uno de ellos te lleve a creer en que la cura de la leucemia no es un milagro. Y si lo es, no es sólo de unos pocos. El milagro, igual que la belleza, eres tú. ]]>Por eso no puedes limitarte a sentir el amor por partes. Su fuerza es mayor, MAYÚSCULA. Crece cada vez que el amor que recibes lo devuelves en un detalle.
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